12 de octubre: una fecha para recordar en la historia universal de la infamia

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por Catalina Carmona Ruiz

Temas como el divorcio, la libertad sexual o la libertad de una mujer para decidir sobre su cuerpo y abortar, son temas que aún hoy en nuestra sociedad crean una gran polémica, mientras que, en algunas de las culturas precolombinas estos temas no significaban ningún problema para la sociedad.
Cuándo Cristobal Colón, llegó a lo que se conoce hoy como continente americano las leyes del matrimonio entre los pueblos originarios eran inexistentes: Los hombres y las mujeres escogían y dejaban a sus parejas sin dolor, ni rencor, no era un gran trauma para ellos o para la sociedad que los rodeaba. Las mujeres podían tener un aborto con la ayuda de hierbas que tenían propiedades abortivas y no eran señaladas negativamente (Contaba Bartolome de las Casas en sus crónicas). La homosexualidad era libre antes de la llegada de los conquistadores en la región del Caribe comenta Eduardo Galeano en uno de sus textos.
Cristobal Colón, pensaba que había llegado a las indias y murió creyéndolo, no llegó como una persona que deseaba el intercambio y las relaciones entre diversas culturas, llegó como un gran señor que se apoderaba de las tierras y su contenido. Sin contar que aquellas tierras ya estaban descubiertas y los pueblos originarios tenían unas formas de relacionarse, de intercambiar.
Colón, fue el primero de una lista larga de exterminadores con fiebre de oro, con deseos de posesión de tierras y personas. Estos colonizadores, se negaron a ver los avances que habían hecho los pueblos originarios, destruyeron templos, arrasaron culturas. Pueblos como los Incas, tenían ciudades donde se habían reunido sabios de diversas regiones y dominaban de forma avanzada a su época temas como la astronomía o la botánica entre otros saberes: crearon caminos que permitían comunicarse desde el sur de la actual Colombia hasta el norte de la Actual Argentina. Pueblos como los Mayas habían creado un calendario bastante exacto y identificaron un símbolo que equivalé al número cero.
Los pueblos originarios del continente Americano, fueron sometidos y obligados a trabajos forzados, a adoptar leyes que les eran ajenas a su cosmovisión y aumentó de forma dramática la tasa de mortalidad debido a los trabajos, a las epidemias y las enfermedades nuevas que llegaron del otro continente ante las cuales no tenían defensas.
Cuando vieron que los nativos morían en masa organizaron junto a los colonizadores portugueses la estrategia más escabrosa creada hasta entonces sobre la esclavitud, someter a los africanos, en pos del crecimiento de la Colonia. Nunca antes se habían sometido tantas personas a la esclavitud, nunca antes fue tan sistemática y organizada. Ya no fue solamente someter a la esclavitud a un pueblo conquistado, era ir a buscar pueblos para tener esclavos.
Por otro lado, el papel de la iglesia fue fundamental y un eje para sostener la masacre, en muchos de los casos pusieron templos en los antiguos sitios sagrados de los nativos, como estrategia para poder continuar con sus creencias. Muchas de las ideas religiosas nativas se sincretizaron con las de los colonizadores. La religión católica se arraigó las mentalidades de los pueblos y desde entonces Latinoamerica vive con una fuerte carga de leyes, normas y dinámicas de la religión cristiana.
Dentro de la religión cristiana había ejes claves sobre el detrimento de otras culturas, los indígenas no tenían alma ni razón hasta 1537, La iglesia tuvo el poder omnipotente para tomar decisiones, como por ejemplo acabar con los supuesto herejes. En esta campaña de exterminio asesinaron a los que serían los sanadores, los líderes políticos, los sabios de las comunidades. Muchos fueron herejes en la Inquisición que llegó a América Latina con una fuerza arrasadora y destructora: con la Inquisición se podía señalar a cualquiera que practicara ejercicios religiosos diferentes a los de la iglesia Católica, por eso, muchos acabaron siendo torturados y eliminados.
La explotación de las riquezas latinoamericanas como la plata en las minas de Potosí o el Oro en todo el continente no significó un crecimiento real para el imperio español en la época. Muchos de los tesoros sirvieron para pagar deudas y guerras. España no participó en la revolución industrial de forma directa. No se hicieron grandes inventos, no mejoraron las condiciones de la mayoría de los habitantes en el continente.
Como resultado de todo esto, la colonización en América dejó una hoyo negro en la vida cotidiana de los pueblos latinoamericanos. Actualmente a los pueblos originarios se les sigue destruyendo, despojando de sus tierras, subvalorando sus cosmovisiones y negándoles su autodeterminación. Además, quedo una herencia, que hace que los actuales gobiernos y una parte de la sociedad, aún hoy subvaloren el saber de los pueblos originarios y los condenen a seguir siendo sometidos y a violentar su cultura, su forma de pensar y sus normas.

Catalina Carmona Ruiz / Martes 12 de octubre de 2010
Estudiante sociología 1997-1999 Universidad Nacional de Colombia. Socióloga U. de Valencia, España. Master investigación: Sociología Latinoamericana. U. Sorbonne Nouvelle. Paris, Francia.

Autor: reexistencia

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Un pensamiento en “12 de octubre: una fecha para recordar en la historia universal de la infamia

  1. Hola amigos de wordpress, hola Catalina Carmona:
    Por primera vez después de muchos meses de recibir los artículos del blog, me motiva redactar un comentario, no por inexistencia de interés en los anteriores, sino por el tema que toca éste en particular, en especial, viniendo de una persona que ha contado con formación en universidades europeas, en especial en España, es decir, en el meollo mismo del dilema.
    Deciros que aunque casi todo cuando el artículo afirma es cierto, el análisis se queda corto cuando de alcanzar otro horizonte de perspectivas se trata; también estuve seis años por la península y se cómo piensan los españoles al respecto, en especial las gentes de bien y un poco menos soberbias, pero en particular, me enteré de que en las universidades el discurso oficial sobre el «descubrimiento» además de ser el mismo que durante siglos nos han enseñado, adicionalmente se autoengañan, con cualquier tipo de justificaciones hacia los hechos, y no obstante, su consciencia no queda tranquila, razón por la cual el 12 de Octubre lo han convertido en un eufemístico día de la Hispanidad (apelativo románico muy al estilo valenciano, donde radica el abolengo pro-vaticano más rancio en la España actual, título que se disputan con Pamplona, sede del Opus, mientras Valencia obstenta la cuna del único verdadero papa de nacimiento ibérico: Rodrigo Borgia, nada menos que Alejandro VI desde 1.492, justo el año del primer viaje de Colón, patrocinado con capital judio-vaticano).
    Es una lástima, que ni siquiera personas como Catalina de tan encopetados estudios sobre historia sociológica y además nacidas en América, logren rebasar la versión oficial dada por el mismo Imperio; téngase en cuenta que el imperio de esclavitud y vasallaje no tiene ningún reato en «sacrificar» alguna de sus piezas menores con tal de encubrir el meollo del dilema y España ha sido uno de esos peones a quien pusieron a realizar el trabajo sucio y que quedase con la mácula que tarde que temprano se sabría. No podremos esperar que Universidades como la valenciana por ejemplo -para solo citar la que le entrega a la blogger el título de Socióloga- deje de proteger a su casa tutora: El Vaticano, verdadero «matador» de la cultura americana, incluyendo la de norte-América. Es justamente desde Valencia (única ciudad de España visitada por el el actual papa inmediatamente después de su posesión, y solo precedida por su visita a su sede de logia en Malta) desde donde se sigue teniendo por cierto, que la gesta de España es la del Mio Cid, cuando tan sólo representó una de tantas afrentas contra otras culturas no románicas, a las que debían expulsar en especial a los árabes del territorio que los romanos dictaminaron suyo. Una gesta no es una lucha de poder y territorialidad, es una gestión genética, en pro de la vida o del proyecto de evolución humana, en un marco aún mayor que el mismo que impulsa a pueblos enteros por ejemplo a éxodos sin retorno, como fue el caso de la migración de 38 etnias, desde 1.070 A.J. hacia la península ibérica, procedentes de casi todas las regiones de oriente próximo, Europa, África sahariana e incluso del otro lado de los Montes Urales (Rusia de hoy): no comprender este punto de la formación de un crisol genético en la península, cosa que no ocurrió en ninguna otra parte del mundo, ni mucho menos a la distancia en tiempo precisa para un logro superior de Humanidad (520 y 512 años) desde el «descubrimiento» hasta el 2.012 (final de una subcuenta maya) y hasta 2.004 respectivamente (inicio de la tercera fase de evolución del pueblo español como tal, de no superar este escollo de aprendizaje, tras reconocer su verdadera gesta con Amerrikúa, es posible que el paso siguiente sea el de la disolución de la unión de las 52 provincias que llegaron a ser, un número maya por excelencia). La formación de tal crisol, tenía un propósito superior: unirse genéticamente con el otro crisol genético, el de América meridional y del sur, donde por milenios se formó por hibridación mucho más civilizada que en el caso español, esa otra mitad de la ‘atocha’ genética en el planeta (atocha: la fuerza espartana del cristianismo verdadero que guía todos estos asuntos, todo que ver con el verdadero sentido del karistianismo que desde 10 milenios atrás había prendido en Iberia -Ibri, Ebre, Hebrón, Ebro), de la misma manera como el esparto se aferra a las laderas de montañas y llanuras agrestes y casi estériles como las peninsulares).
    No puedo en este espacio desarrollar la tesis, a la cual dediqué uno de los trece capítulos de mi libro «Retorno A-Malla», bajo el título: «descubriendo al descubridor». La España académica de hoy, hace como el torero, capear la envestida de afrontar la realidad por las ofensas proferidas, tras no enterarse de la verdadera gesta que implicó su acción inconsciente y alevosa: detrás de toda la ignominia finalmente existe un propósito superior, que de ser asumido, España dejaría de intentar borrar la historia o distorsionarla y asumir la condición de «padre» que ejecutó en su gesta con América, pero en función de un propósito superior ya no de opulencia y rapiña, sino de evolución planetaria del género humano, en su proceso de planetización, a lo que ahora se llama globalización, pero sólo entendida desde la perspectiva mercantilista, en la cual por supùesto sigue comprometido el agresor románico. Cuando esto se conozca y por fuerza se acepte, El Vaticano tendrá que asumir haber sido la fuerza oscura detrás de bambalinas, lo cual se demuestra con la deriva de los tesoros de América hacia sus arcas, con la cual sostuvieron el derroche del llamado «Renacimiento» del cual solo percibimos su aspecto artístico, pero no tenemos en cuenta que se trataba del renacer del Imperio Romano, con sus imposturas y barbaries.

    Si seguimos lastimeramente reclamando por las heridas, éstas no sanarán, pues sólo un bien superior puede justificar tal afrenta homicida del poder vaticano (buscar la palabra Bátika, en euskera, para que se enteren de dónde procede el nombre vaticano, les ayudo en algo: es un topónimo). La historia verdadera juzgará a todo aquel que en el pasado o en el presente haya cometido felonías y actos de lesa humanidad; ellos se hundirán con el Titacnic babilónico que les engendró y es el instructivo maya, el que quisieron eliminar de la faz de la tierra, el que lo precisa: el Titánic materialista del Imperio de Baabel se ha quebrado, y está a punto de hundirse al fondo mismo del olvido en las aguas abisales de la inconsciencia, ese es el destino de los usurpadores, pero no se trata de un castigo divino, ni siquiera humano, sino coherente con la Ley que cada uno practica, ellos cavaron su propia tumba del exilio y otros, aún los que fueron usados en su inconsciencia tienen derecho a redimirse tras encontrar ese otro significado más elevado y pedir cuanto menos disculpas por las afrentas históricas. Hasta el momento, España se obstina a aceptar haber ejercido el oficio de verdugo a favor de otro y el otro, el verdadero autor intelectual, no lo ha hecho ni lo piensa hacer; su máxima aproximación en ese sentido la intentó el papa anterior, que al menos pidió perdón por los errores históricos, lástima que no le alcanzó el valor para decir cuales errores y entre ellos, sé que el segundo más grande es su deuda impagable en términos económicos con América, del genocidio ni hablar; la primera es nada menos que con la Divinidad y con la utilización del maestro Jesús de Nazareth.

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